CUANDO SON LOS HIJOS LOS QUE MANIPULAN A LOS PADRES

 

 

En una separación, divorcio o regulación de pareja de hecho con menores, salvo casos puntuales, al progenitor al que se le otorga la guarda y custodia de los hijos se le atribuye también el derecho de uso de la vivienda y una pensión de alimentos a favor de éstos que gestiona mensualmente. Es por ello que, en muchas ocasiones, quizás demasiadas, escuchamos hablar de la manipulación que ejercen los padres sobre los hijos, fundamentalmente en la fase previa y durante el desarrollo del procedimiento judicial, para tratar de atraer hacia sí los beneficios derivados de obtener la guarda y custodia de los mismos.

En consecuencia, habitualmente la guarda y custodia lleva aparejada un «fabuloso botín», cual es el uso de la vivienda familiar y una pensión, que justifica en muchas ocasiones y a ojos de los litigantes, todo tipo de argucias encaminadas a buscar el favoritismo de los hijos, convirtiéndolos en monedas de cambio y víctimas inocentes y silenciosas de su propio egoísmo.

Sin embargo, en estos tiempos que corren, los Abogados de Familia estamos detectando, no en pocas ocasiones, el proceso contrario. Con el transcurso del tiempo los hijos, fundamentalmente en edad adolescente, que en la mayoría de las ocasiones no fueron más que meros sujetos pasivos en el procedimiento que reguló la crisis de sus padres, se convierten ahora en manipuladores de éstos. En los tiempos que vivimos, los hijos de padres separados se han acostumbrado a tener dos familias y dos entornos distintos, por lo que por suerte o por desgracia siempre tienen dos vías de acceso para conseguir de papá o mamá no ya sus necesidades sino sus caprichos.

Cada vez es más frecuente que nos encontremos con adolescentes que son conscientes del poder que ostentan y amenacen a los padres custodios con irse a vivir con el otro progenitor, o plantean al no custodio esta opción, para conseguir a cambio pretensiones de todo tipo como: mayor flexibilidad en horarios de fines de semana, compra de motos, cambio de colegios, autorizaciones para realizar viajes, tatuajes, realizar deportes de riesgo, etc, etc. Son conocedores de que la decisión de ir a vivir con el progenitor que no ostenta la guarda y custodia puede dar lugar a que se modifiquen las medidas que en su día se adoptaron, y al cambio de la pensión de alimentos y uso de la vivienda familiar.

Aun cuando no es definitiva la voluntad del menor, es muy tomada en cuenta en los procedimientos de modificación de medidas cuando los hijos tienen edades adolescentes. Así, si es admitida su voluntad, el progenitor hasta entonces custodio, deja de serlo y pasa de recibir a pagar una pensión de alimentos, e incluso dependiendo de los casos, debe dejar el domicilio que fue familiar para que entre en él el otro progenitor.

Llegados a este punto tanto los abogados, como fundamentalmente los Jueces, Fiscales y Equipos Psicosociales adscritos a los Juzgados, debemos saber descifrar si detrás de la voluntad del mismo existe una realidad justificada o un mero capricho, y en todo caso valorar realmente lo más beneficioso para el menor y evitar dejar en manos de adolescentes cuestiones tan trascendentales tanto para ellos como para sus padres y sus nuevas familias.

 

MIÑARRO ABOGADOS