LAS PRUEBAS INFORMÁTICAS EN NUESTRO SISTEMA JUDICIAL

 

 

WASSAP

 

 

 

Muchos delitos se están cometiendo amparándose en lo que se ha dado en llamar el «anonimato de las redes sociales» que no es tanto como sospechamos, pero ciertamente sí entraña unos peligros potenciales que hay que tener de nuevo regulados, para desenmascarar las pruebas manipuladas, falsas, no veraces o afirmaciones temerarias, imágenes distorsionadas, montajes que puedan dar lugar a posibles chantajes monetarios, extorsiones… todo ello sin alterar la libertad de expresión que constitucionalmente nos ampara.

Recientemente, el Tribunal Supremo se ha planteado este tema con respecto a la prueba obtenida a través de mensajes de las redes sociales, estableciendo una doctrina que, desde mi punto de vista, tiene que ser más concreta o desarrollada, pero que es una buena base.

Actualmente, los medios para actuar contra este tipo de delitos son una combinación de los siguientes caminos de investigación, serían:

  • Primero de todo, la investigación del teléfono móvil, a partir del número del mismo.
  • La investigación por medio del GPS del teléfono para localizar la situación geográfica del delincuente.
  • Seguimiento del delincuente por las redes sociales así como por posibles páginas webs donde publique.
  • Los tradicionales métodos de entrada y registro de determinados bienes (ordenadores, pendrives…).
  • Seguimiento físico del posible delincuente.
  • Declaraciones de personas sospechosas (bien sea en dependencias policiales o en el Juzgado)

 

Las conversaciones bidireccionales por mensajería instantánea ya son prueba y están admitiéndose como tales en los procesos penales, ya hablemos de WashtApp, Twitter, Facebook, Tuenti, Tinder….. Recordad que a lo que enviéis por estas vías, el juez le va a dar el mismo valor probatorio que si enviárais una carta certificada, así que os pido prudencia en los que mandáis, y si a alguno de vosotros/as (mayores de edad) os gusta mandar con vuestra pareja, o con quien sea, mensajes con contenido erótico, por ejemplo una foto, procurad que no salga nada que os pueda identificar, intentar evitad mostrar el rostro por ejemplo, que no se sepa que sois vosotros, aunque lo mejor es no enviar nada de este tipo de cosas, pero en fin…

Ahora bien, aquellos que pretendáis valeros de estos medios de prueba (por ejemplo, aportando un pantallazo de vuestro móvil con una conversación donde alguien os amenaza u os insulta) que sepáis que antes de ser admitidos, dichos medios habrán de someterse a una prueba pericial informática de no manipulación, y si esta prueba no se supera, vuestro pantallazo de móvil, por ejemplo, será considerado como una prueba falsa con la consiguiente posibilidad de que os caiga una denuncia. En un Juzgado de Murcia tuve la ocasión de ver cómo se puede manipular una conversación de WashtApp, increíble pero cierto; pero tranquilos, es un proceso complicado y no se da con mucha frecuencia.

Por supuesto, para que nos admitan una prueba de este tipo deberemos de poner en conocimiento del juez todo tipo de contraseñas para el acceso al medio de prueba empleado, debiendo soportar el rastreo de nuestro móvil, por ejemplo, o de nuestro ordenador, así que quitad las cosas que no queráis que el Juzgado vea, cosas vuestras personales, por ejemplo.

Desde mi punto de vista, al Derecho le hace falta avanzar muchísimo en su regulación para alcanzar un nivel aceptable de persecución de este tipo de delitos cometidos mediante redes sociales, etc, es alucinante la manera que tienen algunos “usuarios” de esconder su auténtica identidad cuando cometen algún delito.

En fin, espero que el artículo os haya resultado de vuestro agrado, y que sepáis que tenéis nuestro despacho a vuestra disposición.

José Manuel M. Miñarro

MIÑARRO ABOGADOS