LA VIOLENCIA CONTRA LOS PROFESORES

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Buenas tardes amigos de Facebook, esta vez os mando un artículo a expensas de lo sufrido por una amiga y cliente profesora en un colegio de Murcia, la cual ha sido vejada y humillada hasta el punto de convertirse su día a día en un infierno por culpa de unos cuantos niñatos a los que la Ley debería, como dice la expresión, meter en verea.

La tensión en las aulas no es nada nuevo. Lo que no se detectaba con tanta frecuencia como ahora es el maltrato del alumno al profesor. En la última década el profesorado, especialmente en la secundaria obligatoria, percibe con mayor intensidad conductas de falta de respeto que pueden llegar al maltrato emocional del alumno hacia el profesor y es algo alucinante porque jamás pensé que algunos menores pudieran hacer cosas como las que me he venido encontrando en los relatos de clientes en el despacho. Y eso no se puede consentir. Y es que muchos profesores tienen miedo a las posibles represalias de los alumnos y sienten vergüenza ante sus compañeros porque interpretan su problema como un fracaso profesional.

Como ejemplos los siguientes:

– Jóvenes que rayan los coches de sus profesores y les dicen luego que han sido ellos.

– Amenazas e insultos

– Ridiculización en clase mediante motes, «defectos físicos» y risas

– Amenazas de muerte

– Lesiones directas

A los docentes les preocupan también, según nuestras conclusiones, las nuevas formas de violencia y acoso que las tecnologías han llevado a las aulas. Especialmente, las redes sociales utilizadas como medio para burlarse de otros compañeros o de los propios docentes. La generalización de los grupos de WhatsApp integrados por los padres de cada clase para estar al día de la actividad escolar se han convertido en otra fuente de conflictos y de malestar para los docentes cuando se utilizan como «un medio para difundir opiniones e insultos gratuitos, prescindiendo de los cauces normales de colaboración con el profesorado.

Se creó una Ley hace pocos años, la Ley 1/2013 de Autoridad docente de la Región de Murcia, ley que en su artículo 6 dice expresamente:

1. Los docentes, así como los directores y demás miembros de los equipos directivos tendrán en el ejercicio de las potestades de gobierno, docentes y disciplinarias que tengan atribuidas, la condición de autoridad docente.

2. Además, los docentes de centros públicos y privados concertados tendrán, en el ejercicio de esas mismas potestades de gobierno, docentes y disciplinarias, la condición de autoridad pública, gozando de la protección y asumiendo la responsabilidad atribuida a tal condición por el ordenamiento jurídico.

Pero esta Ley parece que no tiene mucha efectividad, por lo que habrá que acudir al Código Penal.

 

Entonces ¿Qué ocurre?

Pues el problema, desde mi punto de vista, viene desde la Ley del Menor, los fiscales de Menores son excesivamente suaves y benevolentes para estos menores, como la frase que me contestó el Fiscal la semana pasada (es que el menor promete no hacerlo más y con eso me basta………comoooooooo???????????????????) esto lo que hace que muchos profesores desesperen y prefieran no denunciar (a esto hay que sumarle la lentitud de nuestra Justicia). Los Juzgados de Menores, a juicio de este letrado, son muy flojos a la hora de aplicar penas a los menores. Los menores lo saben y actúan en consecuencia (aquellos menores que no se comportan bien me refiero). Y es que el problema viene de base de la familia de cada uno.

¿Qué es eso de que un niñato agreda a un maestro? Habría que dar a los maestros la protección que establece nuestro Código Penal, que en este caso de la agresión sería el internamiento del niño (niño con 15 años en el caso al que me refiero y llevado en nuestro despacho) y la correspondiente indemnización monetaria de los padres al profesor, pero tristemente esto sucede poco.

Otra cosa que me llama mucho la atención es que los menores tengan teléfonos móviles en clase ¿En qué cabeza cabe esto? Debería estar completamente prohibido.

Desde nuestro despacho animamos a denunciar todo este tipo de conductas, aunque luego en algunos Juzgados de Menores no sean tomadas con la severidad adecuada. pero hay que seguir denunciando porque conductas así son inadmisibles y perjudican al resto de compañeros de clase.

Deseándoos un feliz fin de semana

Miñarro Abogados